jueves, octubre 19, 2006
LA DAMA BLANCA D'AUBINYÀ
Ya desde la Edad Media, las tierras del valle de Andorra han constituido un núcleo difícil de encasillar en algún reino o condado colindante. Esta realidad que es Andorra surge de las disputas entre el condado catalán de Urgell y el Occitano de Foix por el control de territorios; al llegar a un pacto, las tierra andorranas adquirieron un régimen jurídico propio, aunque con algunas similitudes con el de Catalunya, además del hecho que en Andorra el catalán es la lengua oficial. Los jefes de estado serian a título igualitario el obispo de Urgell y el jefe del estado Francés (antiguamente el rey, hoy en día el presidente de la República), aunque estos títulos son honoríficos actualmente.
Muchas leyendas han existido sobre Andorra y sus valles; entre la más conocida podríamos destacar la letra de su himno, haciendo alusión al rey franco Carlomagno: El gran Carlemany, mon pare, / dels alarbs em deslliurà / i del cel vida em donà / de Meritxell la gran mare (El gran Carlomagno, mi padre, / de los árabes me liberó / i del cielo vida me dio / de Meritxell la gran madre). Cuenta la leyenda que estas tierras obtuvieron reconocimiento por la ayuda que prestaron sus habitantes en el siglo IX en contra de los árabes.
Aunque una de sus leyendas más misteriosas e inquietantes es la de la dama blanca de Aubinyà. Nos cuenta la leyenda que en este lugar, dominando el camino hacia las tierras de Urgell, existía una torre fuerte y bien construida propiedad de un noble andorrano, que al morir la dejó en herencia a su única hija, llamada por los lugareños “la Dama Blanca”, a causa de los vestidos que solía llevar de ese color.
Por esta época, era la iglesia de Urgell la que se había atribuido el control de estas tierras, avasallando a sus habitantes con fuertes impuestos y exigencias.
La Dama Blanca es descrita como una mujer fuerte y con convicciones, así que inmediatamente de heredar la torre y las tierras de su difunto padre, prohibió en numerosas ocasiones la entrada del obispo de Urgell en los valles andorranos. Pero éste, haciendo alarde de su orgullo, entraba y salía con total impunidad aumentando a su vez las cargas sobre los indefensos campesinos.
Sucedió que una noche, tras un largo día de cobros y exigencias, la comitiva del obispo se dirigía de vuelta a la sede del obispado cargados del dinero y los bienes de los campesinos andorranos. Era una noche de luna llena y se respiraba un ambiente de tranquilidad y desasosiego mientras el obispo cruzaba el borde de un bosque junto a Aubinyà, cuando de pronto escuchó una dulce y celestial voz de mujer que emergía de entre la arboleda. El obispo bajó de su corcel y dejó que la comitiva siguiera unos pasos y éste se adentró en la negrura bosque, cuando de pronto vio a una hermosa mujer bañada por la intensa luz de la luna, vestida totalmente de blanco y haciéndole signos para que se acercara a ella. El obispo, seducido, se acercó a ella y ésta le cogió dulcemente de la mano; él la abrazó por la cintura y ambos se adentraron en la espesura del bosque. Ésta fue la última vez que se vio al obispo, de nada sirvieron las batidas realizadas por sus secuaces días después en su búsqueda.
No obstante, en esas mismas fechas un gran lobo feroz comenzó a causar estragos por la zona. Pocos fueron capaces de escapar de sus fauces, y los pocos afortunados que lo consiguieron afirmaron ver en los ojos de la bestia la mirada desesperada de una persona, de un obispo…
Por eso, la Dama Blanca es considerada la protectora de los valles de Andorra.
Aunque siempre hay que tener en cuenta aquello tan famoso de “la historia detrás de la leyenda”.
Este relato está recogido por diversos viajeros ingleses en muchos de sus viajes por la zona, donde los aldeanos les contaban la historia como algo totalmente cierto. Es cierto que ya desde el siglo X las autoridades laicas y eclesiásticas de Urgell intentan imponer su autoridad sobre los territorios andorranos, aunque con poco éxito: en el 992 un vasallo del conde de Urgell lenvató un castillo en Bragafolls, al sur de Andorra, el cual fue asaltado por los habitantes y destruido. Nunca ningún señor pudo imponerse del todo en estos valles.
Por otra parte tenemos el papel del bosque en el folklore medieval. Gran parte de los territorios de la Europa feudal estaban cubiertos de bosque, un lugar cerrado y asfixiante que todo lo cubre. Hasta bien entradas épocas posteriores, el hombre no ha podido “controlar” al bosque, así que es fácil entender el porque estos lugares suscitan este imaginario y leyendas (hay que acordarse de los bosques de Sherwood, escenario de las aventuras de Robin Hood y que era conocido por sus fenómenos paranormales; aquí en Catalunya tenemos también un lugar especial para la imaginaría medieval, els Clots de Sant Julià, por el Empordà). Leyendas que hablan de seres extraños, brujas, aquelarres o como en este caso, de una bella dama que defiende a los habitantes de los valles andorranos.
martes, octubre 03, 2006
ROCAMADOUR
Sin duda, Rocamadour es uno de los sitios más sagrados de Francia y Europa. Montaña situada en el sur de Francia a no muchos km al norte de Tolosa, Rocamadour se presenta al viajero como un lugar increíble y de gran belleza. La población está emplazada en un acantilado calcáreo (de 150 metros de altura) que surge de una montaña rodeada de un espeso y verde bosque. A uno de sus márgenes, transcurre el río Alzou, de poco caudal y escondido por la vegetación.
Se cree que este lugar ya era un centro espiritual desde antes de que llegaran los romanos, aunque no se ha podido demostrar con exactitud. Actualmente, y ya desde siglos atrás, Rocamadour es un lugar importante de peregrinaje (de hecho, enlaza con uno de los caminos que llevan a Santiago de Compostela). En una de sus ermitas se guarda una talla de una Virgen Negra (aunque se tiene constancia de que antes del siglo XVII no era de ese color), que es adorada por los peregrinos que allí acuden, aunque no se sabe muy bien el por qué.
Ya en el siglo XII, un tal Robert de Torigny narra en una crónica una de las leyendas de este lugar. Explica que en el 1166, un habitante de esta ciudad quiso ser enterrado (por inspiración divina) a la entrada de oratorio. Pero cuando se empezó a cavar en la tierra, apareció el cuerpo de Amadour o Amador, incorrupto. Así que los monjes decidieron colocarlo en el altar de la iglesia y mostrarlo a todo aquel que lo quisiera ver.
Se ha constatado que esta tumba es muy antigua, aunque nada se ha podido saber del cadáver. La tradición explica que este Amadour es Zaqueo, el personaje bíblico que era demasiado bajito, y que para ver a Jesús se subió a un árbol. Después de conocer a Jesús y convertirse al cristianismo, Zaqueo repartió la mitad de sus bienes y todo aquello que adquirió ilegalmente. Se cree que Zaqueo junto a la Verónica (la mujer que secó la cara a Jesús durante el vía crucis, y cuyo rostro quedó impreso en el pañuelo), que sería su esposa, habrían tomado una barca que les hubiera llevado a la montaña de Rocamadour (gracias a un viento divino, por supuesto), donde hubieran vivido como eremitas en una de sus grutas. Sobre la sepultura de Amador, nació una capilla que se considera la más antigua de Rocamadour.
Como ya comentamos antes, uno de los atractivos de Rocamadour es la talla de una Virgen Negra de madera con los ojos cerrados y el niño Jesús en su rodilla izquierda, ambos coronados. Se encuentra en la capilla de Notre-Dame en el centro de la población (capilla construida en el 1479, excavada en la roca). Es una virgen de las llamadas “relicarias” o “maiestas mariae”, muy populares durante la Edad Media; como también comentamos antes, antes del siglo XVII no se tiene constancia de que esta Virgen fuera negra, así que se nos plantea la hipótesis del humo de los cirios de la capilla. A medida que han pasado los años se ha vuelto más oscura, y es una teoría plausible debido a que durante siglos (desde finales de la Edad Media hasta el siglo XX), Rocamadour ha sido un lugar dejado de la mano de Dios. Ya en el 1235, soldados franceses que hacían campaña por el sur de Francia lapidaron y pisotearon la imagen, y en el siglo XVI fue salvada por los pelos de un gran incendio. Además, después del saqueo que sufrió Rocamadour durante el 1562 por parte de los hugonotes franceses (calvinistas), donde cuenta la leyenda que quisieron quemar el cuerpo de Amador y no pudieron, la prosperidad de esta villa decayó hasta bien entrado el siglo XX.
Otro suceso sufrido por la imagen de la Virgen fue el robo de una joya donada por el papa Pío IX por parte de unos ladrones a finales del XIX. Todo esto y lo ya dicho anteriormente se cree como la causa de la negrura de la talla.
Obras como el Libro de los milagros de Nuestra señora de Rocamadour nos relatan en un latín fácil sucesos o milagros atribuidos a la Virgen Negra de Rocamadour. Entre ellos se encuentra la de fray Alberic, un monje custodio de la imagen al cual se le apareció la Virgen tres sábados seguidos con un estandarte de la Virgen María con su hijo, y con el propósito de que lo llevara al rey de Castilla antes de la batalla de las Navas de Tolosa (1212). Este monje rehusó la demanda de la Virgen, cosa que provocó su muerte a los pocos días. Así que fue el prior del monasterio el encargado de llevar a cabo la misión: desplegar el estandarte cuando fuera necesario durante la lucha. Cuando en un momento parecía todo perdido para los cristianos, de entre ellos surgió el prior con el estandarte de Rocamadour y de Castilla, dando fuerza suficiente a los cristianos para derrotar a los almohades.
Claro está que para este tipo de lugares siempre existe una o varias leyendas que le dan un aire más misterioso o devoto. Tenemos el ejemplo de Santiago de Compostela, de cómo un rey (Alfonso II) con la ayuda de miembros eclesiásticos, crean una realidad alrededor de un mito o leyenda popular (alegando que el apóstol Santiago yace en Compostela), con fines religiosos, políticos, económicos… (claro está que los soldados españoles antiguamente tenían en “Santiago!” su grito de guerra, o de cómo el Camino de Santiago ayudó a introducir corrientes culturales europeas en la península, a la economía…). Aunque desde siglos, estos lugares han despertado la fascinación de las personas, ya sea por su belleza visual (el caso de Rocamadour, por ejemplo) o su mítica historia.
martes, septiembre 12, 2006
L’HOSPITALET MEDIEVAL
Actualmente, el papel de L’Hospitalet en la zona ha cambiado; la antigua denominación de “ciudad dormitorio” ha dado paso a la de una ciudad que pone ímpetu en su modernización, con más servicios y transportes públicos cada vez más eficientes.
Sin embargo, si retrocedemos a la Edad Media veremos que el nombre L’Hospitalet no aparece en los mapas ni en la documentación de la época. A qué se debe esto?
Excavaciones arqueológicas han sacado a la luz restos materiales de una cierta importancia en la zona que hoy ocupa la ciudad ribereña, restos que datan del siglo IV aC (culturas ibéricas). Además, se ha certificado que durante el Paleolítico y el Neolítico ya existían comunidades humanas en los bordes del río Llobregat.
Se han encontrado otras piezas antiguas de gran valor en la zona, como la Cabeza de Medusa, del siglo II aC, (pieza de uso funerario; actualmente se expone en el Museu Arqueològic de Barcelona), en el inicio de la romanización de la península.
No es hasta el siglo X cuando aparece en los documentos escritos el término Provençana, el primer nombre que recibió la zona. En aquella época, el municipio abastaba el doble de territorio que el actual, extendiéndose de la sierra de la Collserola hasta la desembocadura del río Llobregat, y desde el municipio de Esplugues de Llobregat hasta los barrios barceloneses de Sarrià y Sants.
Los orígenes del municipio los encontramos en el siglo XII, cuando alrededor de la iglesia románica de Santa Eulàlia de Provençana, y de l’Hospital de la Torre Blanca (barrio del Centro) se crean núcleos de población. Es en este camino que conecta estos dos lugares (actualmente en coche se tardan unos cinco minutos en unir estos dos puntos) donde se crea una especie de hostal, donde los viajantes se podían hospedar en caso de no llegar a tiempo antes del cierre de murallas de la ciudad condal.
El nombre catalán de Hospitalet se cree popularmente que proviene de este hostal medieval.
Otras fuentes nos hablan del actualmente conocido barrio de Bellvitge. Este lugar aparece por primera vez en un documento de compra-venta datado en el 995, con el nombre godo de Amalvígia. En el 1057, según la documentación, el lugar pasa a llamarse Malvitge (“mal viaje”); el nombre actual de Bellvitge aparece en contraposición al anterior.
En cuanto a la antigua ermita de Bellvitge, la primera referencia la tenemos datada en el año 1279, aunque excavaciones arqueológicas realizadas en los 80 han determinado que la antigua capilla data del siglo XI. Las continuas riadas del Llobregat provocaron el deterioro de la primera edificación, así que en el 1718 fue edificada la actual ermita, a unos 6 metros de los cimientos de la antigua.
El por qué de la poca importancia que tuvo el municipio durante el Medioevo es simple: el núcleo poblacional que se fue creando alrededor de la parroquia de Santa Eulàlia no era sino que otro ejemplo de cómo un monasterio/iglesia ejercía como un agente creador de poblaciones en la era feudal. La función que por entonces podía tener la zona era más de “albergue” para los viajantes que se dirigían a Barcelona, que otra cosa. Además, Hospitalet siempre fue una zona eminentemente agrícola; no fue hasta el siglo XVIII que se empezaron a instalar las primeras fábricas textiles. Ya en el siglo XX, tras adjudicarse el título de ciudad (dado por el rey Alfonso XIII), la ciudad empezó a experimentar un crecimiento poblacional y económico importante.
martes, septiembre 05, 2006
LA LEYENDA DEL MONASTERIO DE SANT PERE DE CASSERRES
No obstante, no se trata de un monasterio más en la geografía catalana; la leyenda de su fundación es enigmática, al igual que su situación geográfica (en una montaña entre la confluencia de dos ríos).
Cuenta la historia que en el año 1560 el vicario general del obispado de Vic, Segimon Farreres, visitó el centro para realizar una rutinaria visita pastoral. Por entonces se sabía que en este monasterio vivían al menos una docena de monjes en penosas condiciones, en la cima de una montaña alejada del cualquier núcleo poblacional. Una vez que el vicario alcanzó el monasterio, se sorprendió ante las grandes dimensiones del mismo y decidió preguntar a los lugareños acerca del por qué del emplazamiento de tal obra arquitectónica en un lugar tan recóndito. Lo que le contaron los monjes y las gentes de los alrededores le intrigó.
Aquellas gentes le contaron que en tiempos remotos, el vizconde Bermond de Cardona buscaba desposar una mujer para así tener un heredero que continuara gobernando sobre sus tierras. Tras una larga búsqueda, decidió casarse con una bella muchacha de la alta nobleza, la cual le dio un hijo varón al poco tiempo del enlace. La felicidad de la pareja era inmensa, hasta que ocurrió algo impensable: el bebé, con tres días de vida, comenzó a hablar como una persona adulta, alto y claro. Los estupefactos padres escucharon la petición de su hijo; puesto que le quedaba muy poco tiempo de vida, pidió que una vez muerto, su cuerpo fuera atado a lomos de un burro al cual soltarían. Ellos sólo tenían que seguir al animal hasta que se detuviera, y una vez sentado, dar sepultura al cuerpo del bebé y construir en ese punto un monasterio en honor a San Pedro. A los pocos días la profecía se cumplió, y la joven pareja siguió a rajatabla aquello que les profetizó su hijo. Tras días y noches siguiendo al asno, éste se detuvo en un punto, donde el bebé fue enterrado y el monasterio, más tarde, construido.
La historia impactó al vicario Segimon, y los monjes le pidieron entrar dentro de la capilla del monasterio; allí descansaba tras el altar una caja de dimensiones medianas. Cuando Segimon Farreres se dispuso a abrir la caja, se quedó impresionado al ver que dentro había un cuerpo momificado de un bebé recién nacido que, según nos explica en su libro de visitas pastorales, le miraba fijamente a los ojos.
Pero siempre existe una historia real detrás de toda leyenda. Obviamente, el vicario del obispado de Vic visitó en 1560 dicho monasterio para realizar una rutinaria visita pastoral. Allí seguramente escucharía la leyenda del monasterio en boca de monjes y lugareños. En cuanto a la caja, se tiene constancia de ella, hasta fotografías y todo, aunque no se ha llegado a especificar que había podido haber en su interior.
El vizconde Bermond también fue un personaje real (aparece en la documentación catalana sobre el 1005), uno de los hijos del vizconde Ramon I de Cardona. Su posición respecto a la Iglesia fue contradictoria: primero quiso crear núcleos de monasterios en sus tierras, pero más adelante fue acusado de usurpar tierras del obispado de Vic. Y aunque el monasterio de Sant Pere de Casserres siempre estuvo vinculado a su linaje, nunca llegó a casarse.
Esta leyenda es fruto de otro intento de querer dotar a un centro de culto con alguna reliquia, negocio de las cuales llegó a mover mucho dinero durante la Edad Media.
Para más información acerca del monasterio--------http://www.santperedecasserres.com/
lunes, agosto 07, 2006
INTRODUCCIÓN PREVIA
INTRODUCCIÓN PREVIA
La Edad Media es el nombre que se le da al período de unos mil años que abastó desde el fin del Imperio Romano de Occidente (sobre el siglo V) hasta la conquista turca de Constantinopla en el 1453. Aunque hay diversidad de opiniones en cuanto a la periodización de esta etapa (cabe decir que todas las divisiones son subjetivas): tenemos algunas que afirman que el Medioevo abasta desde la partición que hizo el emperador Teodosio entre sus hijos Honorio (Occidente) y Arcadio (Oriente) del Imperio Romano en el siglo IV, hasta la final caida de Bizancio en el 1453. Otras sitúan la Edad Media entre la formulación del Edicto de Milán por parte de Constantino (el cristianismo deja de ser perseguido y se respeta como religión en Roma) en el 313, hasta el 1492 cuando Colón descubre América; también se habla como inicio el 476, año en que Odoacro (un general germano al servicio de Roma) destrona Rómulo Augusto, el último emperador romano (realmente, este no fue un hecho significativo, ya que el Imperio languidecía y este cambio no supuso ningún cambio en la época).
El término Edad Media se comenzó a utilizar a mitades del siglo XV en algunas cartas y ediciones de libros históricos, y siempre ha tenido esa connotación negativa de época oscura y absurda para los hombres del Renacimiento (aunque en los siglos posteriores a la EM, Europa es golpeada por varias guerras cruentas). Se creía una época intermedia entre lo clásico y lo moderno, una época de vacío cultural. Sin embargo es incorrecto tener tan mal considerada a esta era histórica, ya que no solo hubo guerras, pestes, regímenes feudales crueles o Inquisidores. Es en esta época cuando se copian las grandes obras clásicas en los monasterios (centros de cultura) que nos han llegado hasta la actualidad, se crea la organización municipal (casi idéntica a la actual), algunas instituciones (cortes, asambleas,…), se crea la banca, se hacen grandes construcciones, crece la población, avanza la agricultura…
Dentro de la Edad Media se distinguen períodos:
-Alta EM (siglos IV-V hasta siglo XI)— donde persisten las monarquías bárbaras
-Plena EM (siglo XI hasta el siglo XIII)---época plenamente feudal
-Baja EM (siglos XIV hasta el siglo XV)— feudal, pero con inicios de cambio
Para el estudio de esta época tenemos fuentes textuales (todo tipo de textos), arqueológicas (objetos y construcciones en yacimientos) y iconográficas (representaciones artísticas que nos ayudan a conocer la vida en ese período).
sábado, agosto 05, 2006
BIENVENIDA
Hola a todos! Bienvenidos a mi nuevo blog Medieval. Tengo 19 años y estoy estudiando historia en la Universidad de Barcelona, y desde siempre me ha fascinado el período Medieval (si he de concretar zonas, diré Catalunya-Aragón y Occitania).
Llevo ya tiempo pensando en empezar este proyecto de blog con la intención de sacar temas a la palestra, acontecimientos históricos, leyendas... sobre esta apasionante era de la historia, pero nunca me había atrevido, quizá por miedo a parecer el "listo" o algo parecido, por eso apreciaré mucho cualquier aclaración o cualquier comentario de alguien más rodado que yo en el tema.
Mi intención, como ya he dicho, es sacar temas medievales y postear alguna información para quien le interese, crear debate o aclarar dudas históricas; además, habrá un apartado para postear bibliografía recomendada sobre el tema en sí.
De momento no tengo preparado nada en especial, pero espero que no tarde mucho en poder publicar la primera entrada y empezar la labor. Mi objetivo no es investigar nada (puesto que poco puedo hacer, entre que solo llevo un año de carrera y no tengo medios...jeje), sinó poder hablar, discutir y compartir información sobre la Edad Media con otros apasionados internautas, así que... bienvenidos a mi blog y espero que sea visitado (tarea árrrdua) y eso me motive para seguir. ADELANTE